domingo, 11 de septiembre de 2011

A la violencia se le coquetea con una pestaña laaaaaarga, larga.

No sé ustedes, pero en mi caso, la violencia no me despierta un sentimiento de alerta propiamente, me paraliza.  Me entumece los sentidos y es como si me apagaran, no porque le sea indiferente, al contrario, lo que sucede es que me siento tan indefensa, tan pero tan expuesta, que no hallo qué hacer.

En México, mi país, estamos viviendo una etapa en la que la violencia es pan de todos los días, desde luego los noticieros tienen harta tela de dónde cortar. Material llega diariamente y nadie se explica de qué están hechos los sujetos que perpetran tan macabros actos. No quiero abusar de las palabras, ni exagerar las cosas. Es cierto que no habíamos vivido tiempos tan bárbaros, al menos, yo no los recuerdo. Pero es justo decir, que no he tenido contacto con algún episodio ni la mitad de serio que han pasado otros.

Aquí estamos por otra cosa y no quisiera asustarles ¡México no está perdido, no mientras yo viva para impedirlo! Ya se me ocurrirá algo, lo sé. Bueno, bueno...

Otro de los casos en los que primero ví la película y cuando estaba mayorcita, hace como unos diez años quizás menos, porque sabía que no era cosa fácil, porque es sumamente violenta, cruda y porque sale una serpiente (no, éso no es cierto, éso lo supe ya cuando la ví y me atormentó la escena).

"La Naranja Mecánica" ha sido de las experiencias más angustiantes que me he obligado a pasar. La transmitieron una noche en televisión, estaba solita en casa y muy valiente me dije, "sí que la veré, cómo de que no". Y ahí va la muy burra. Toda la peli me la pasé sin pestañear, entonces acabó y quise ponerme a ver una comedia o alguna cosilla ligera para tratar de neutralizar lo que mi cerebro acababa de ingerir. Ni un poco calme los nervios. Al menor ruido, ya estaba de pié y en guardia, sosteniendo la raqueta de tenis de Heathcliff, que muy afortunadamente tenía en el closet. ¡¡¡No bueeeeeno, era la imagen viva de la valentía!!! Como dicen en tierra: "El miedo no anda en burro".

Stanley Kubrick era único para sacudir la tranquilidad de la mente, los colores, los ambientes, los movimientos de cámara, la luz, el sentido de la actuación, todo. Era un maestro. El paquete entero me lo creí y me martirizó. Malcom McDowell me impresionó tanto, que hoy a pesar de sus años, lo sigo viendo como Alex DeLarge y su pestaña postiza enmarcando una mirada amenazante y enferma. La música, me pareció tan intricada como la historia misma, clásica electrónica... muuuuuuy diferente.




El libro, de Anthony Burgess, lo leí con cierta dificultad. Literalmente tuve que imprimir el glosario aparte, para poder entender los primeros capítulos. "Naranja Mecánica" es narrada por Alex (el protagonista) y usa un lenguaje lleno de palabras compuestas, que desde luego yo desconocía. Si lo van a descargar, les sugiero hagan lo mismo. Fuera de eso, es un libro que se lee rápido, es ágil y crudo.

Alex es un adolescente que ama a Beethoven, el sexo (no precisamente consentido) y la ultraviolencia (no sólo violencia, tiene que ser ULTRA). Después de golpear, matar y violar a su antojo sin sufrir consecuencias, se topa con la rebeldía de los miembros de su pandilla, le ponen una trampa y termina confinado en la cárcel. Ahí es sujeto de un programa experimental para ayudarle a ser "bueno" y ...el resto, lo leen ustedes, porque vale mucho la pena. Al parecer, las ediciones publicadas en Estados Unidos de Norteamérica no incluyen el último capítulo (tampoco la película), que me parece una pena, porque justo es ahí donde el orden alcanza a la trama. Además, creo que sin ése final, pierde (para mí) la razón de ser de la novela.



Ambas, tanto novela como película, muy recomendables. Les prevengo que tengan sus reservas, porque no es fácil ésta temática, habemos algunos más susceptibles que otros, en lo personal, no fui la mujer más feliz, pero reconozco que las obras son grandiosas, dentro de su género.

Les dejo, el libro con el final final, imágenes, el trailer en inglés sin subtítulos y un abrazo ULTRAcariñoso. Salu2.

4 comentarios:

  1. Uy, yo leí la novela hace milenios, y al igual que tú, Alexandra, he tenido el gusanito de releerla por las circunstancias del país. Me queda la impresión (obcio, después de tanto tiempo no recuerdo los detalles de la trama) que se queda corta con lo que vivimos, ¿no?

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  2. Así es, se queda corta. Lo bueno, es que no es una novela muy gráfica, así que sabes lo que está ocurriendo, pero no tienes detalles de la perversión. En ese aspecto, quizás sea más fuerte la película, porque no te deja nada a la imaginación. Un gusto tenerte por acá Jimeneydas, salu2.

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  3. La vi cuando tenía 19 años...hace muuuuchos años y recuerdo que me había impresionado.
    A veces veo que la pasan por tele y no me provoca ganas de volver a verla.
    Besos.

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  4. Creo que también quedé "curada de espanto" Lu, todavía no me aviento a verla una vez más. Me deja una sensación tan desagradable que la verdad, no logro aguantar más de diez minutos.

    Pero definitivamente éso habla de que es una gran película, despierta una verdadera reacción en el espectador. No cualquier filme lo logra.

    Salu2.

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