jueves, 13 de octubre de 2011

Se derriten en la boca y animan al corazón.

En mi último día de reposo, gracias a una gripa inclemente, creo que ahora que mi paladar responde a los sabores, tengo muy bien merecido un chocolatito caliente y el día nublado ayuda.

¡Ah bendito placer! No hace calor, de hecho corre un viento fresco como que llueve en cualquier rato. Tengo un árbol enfrente que bien se le nota el otoño, mi patio lleno de hojas marrones. De fondo escucho lo mismo que escuchan ustedes (si dejaron correr la música del blog) y sí, le doy sorbos a mi chocolate.

Así me llegó la inspiración y como las últimas entradas han tenido un tema un poco oscuro, me dije "bueno, sigamos con lo oscuro pero vamos agregarle dulce", porque lo necesitamos todos al menos en pequeñas dosis.

Cuando me paré frente a la cartelera no lo pensé dos veces, eran demasiados los ganchos. Tenemos a Juliette Binoche que adoro sencillamente, Johnny Depp otro adorado y la película se llama "Chocolat"... No, bueno ¡Deme mi boleto, graciaaaas!

Lasse Hallström tiene, para mi gusto, la cualidad de traer obras con sentimiento, le gusta llegar a la vena, por decirlo de alguna manera y otra vez lo logró con esta película. La historia cuenta la llegada de dos extrañas a un pueblo, Vianne y su hija Anouk, en el que las cosas y personas diferentes no son muy bien recibidos. Vianne pone una chocolatería y con ella siembra el gusto por el cacao en cada habitante, creando un ambiente en el que se debaten las estrictas costumbres de comportamiento que el Conde de Reynaud cuida con celo y no se detiene en hacer que el resto se acate a ellas. Así es como se desarrolla una batalla en la que lo único que se busca es la tolerancia y la aceptación del cambio.


Entre la niebla, el pueblo tan pintoresco y la música de Rachel Portman en los primeros segundos, me cautivaron y de ahí en adelante, me dediqué a disfrutar. Alfred Molina hizo como siempre un gran trabajo interpretando al "villano", que en realidad no es más que otro ser humano peleando con todo lo que puede por desviar las tentaciones. 

Pero la estrella principal se lució y los primeros planos fueron excelsos, cada presentación, cada asomo, cada olor...no, no podía olerle pero casi, casi... el espléndido chocolate como fuera que lo sirvieran ¡Oh delicia de los Dioses!... voy por otra tacita, disculpen, como ya comenzó a llover es justo y necesaria otra taza.


No tenía idea que hubiera una novela detrás de esta proyección, hasta hace poquitito, como dos meses y como se imaginarán, me puse a buscarla y a leer se ha dicho. Joanne Harris es quien preparó este "postrecito". Desde luego el libro tiene cualquier cantidad de detalles y por supuesto permite que la mente del lector se inunde de sensaciones que instan a, casi cualquiera, infiltrarse en una chocolatería y cometer un pecado capital ahí mismo. Es una novela sencilla y rica en descripciones, que es este caso disfruté enormemente cada una de ellas.


Amigos, de verdad que les recomiendo este par. Seguro que varios ya tuvieron oportunidad de ver la peli, si no, acá les dejo un lugarcillo. También les dejo el link del libro, fotos,no encontré un trailer que me gustara, pero les dejo algo que puede interesarles y muchos pero muchos besos con mis "bigotes" de chocolate.

Salu2.