miércoles, 7 de julio de 2010

¿Robward o Taylobito?

PARTE 1.
Veamos, acá son las 12:23a.m. Todavía no salgo del shock, así que nuevamente, leerán a una Alexandra bastante dañada.

Ayer, logré juntar a mis amigos y una nueva adquisición, para ir a ver Eclipse... ¡Oh, sí llegó la friki! Bien, me llegó el fin de semana para ir al cine y la cosa sucedió así:

Tres de julio y mis ojitos se abrieron a las nueve de la mañana, mi estómago estaba hecho un caos, porque había estado esperando desde el martes para darme mi dosis de la saga que me ha puesto de cabeza, las mariposillas me revoloteaban ansiosas en área abdominal y todavía tenía que mantenerlas quietas hasta las cuatro de la tarde. Todo un reto, créanme.

A las doce y media, tenía a mi Heathcliff y a mi pequeña Catherine esperándome en el carro para que al fin me dignara a salir del ritual de acicalamiento que ya me había llevado más de la cuenta (como si hubiera alguna diferencia ¡Ay Dios las tarugadas que hago a veces!) En fin, llegamos a nuestro destino y comí con dos de mis amigas después de comprar ocho boletos para la función de cine. Tres de mis amigos llegaron tarde y yo me tragaba las uñas mientras los esperaba fuera de la sala, angustiada de perderme el primer segundo de la proyección. Me la hicieron cardíaca pero todos llegaron a tiempo a mi rescate, jajaja, no me imagino la cara que me habrán visto (¡Ay Dios, las tarugadas que hago!).

Me aplasto en la silla y tomo un sorbo de mi litro de refresco (los malos hábitos nunca cambian), lo primero que aprecio es un cristal con gotas de agua escurriendo y el logotipo de Summit, relámpagos, lluvia y un Riley bastante humano, algo guapillo y muy sonriente dejando un bar.

Desde la primera escena quedé cautivada y así seguí hasta la pantalla negra al final de la película. A veces, era la música, a veces la fotografía, a veces lo simpático de algunos diálogos, a veces los efectos especiales, a veces "Jac-lobito" con sus pequeñas playeras o con el torso descubierto (¡Ufff, lo que hace ése niño con las hormonas de la féminas!) y la mayoría, sí bueno, casi todo el tiempo, ése inglés que ya conocemos. Agradezco haber estado sentada entre dos amigas que entre cuchicheos y codazos me hacían recordar que tenía que tomar aire, porque todo se me iba en suspiros.


PARTE 2.
Hoy, cambié la comida por otra dosis Eclipsera. No tengo remedio, pero...¡Qué más da! Aproveché que es martes y a las dos de tarde, en el cine no se para una mosca, bueno como siete moscas sí estábamos jajaja. Lo bueno de hoy es que pude apreciar mejor dos cosas: la música y los adorables gestos de Mr. Pattinson (¿qué otra cosa podría ser?). De lo primero, quedé satisfecha, porque tanto el score que tiene escrito por todos lados "Esto lo compuso Howard Shore" (El Señor de los Anillos) como el soundtrack, son muy buenos. 


EN GENERAL.
Es justo mencionar, que las actuaciones salieron más cuidadas, todavía les falta, pero la escena de la plática "virginal" de Bella y Charly, así como la de la tienda de campaña donde se lucen Jacob y Edward, no pudieron estar mejores. La pelea... ¡Wow! Muy bien realizada, las coreografías estuvieron muy padres.




De sobra está contarles que me gustó muchísimo ésta última entrega. Fue ágil y divertida, nos dieron gusto a las niñas, como a los niños. Harta pasión, harta acción y harto humor, quién lo diría.

Pero bueno, no todo fue miel sobre hojuelas. Todavía hay cosas volando, que para los que aún no han leído las novelas, quedan con ciertas dudillas, como la carta de Jacob a Bella o la breve participación de Bree y la onda rara de la imprimación, que se supone que Quil (uno de los lobos) está pasando en ésta parte de la historia y que bien hubiera podido ayudar a entender mejor para la última película (o tal vez la penúltima, dependiendo en qué parte dividan Amanecer).

El libro, me gustó. Eclipse no fue mi favorito, pero el segundo favorito de la saga sí. Por lo dinámico y por lo romántico que llega a ser. No es tan meloso y para nada deprimente, como el anterior. Aquí, es donde la mayoría toma un bando, el "Team Edward", el "Team Jacob" o el muy insípido e infantil "Team Switerland" (¡¿A quién se le ocurrió semejante sandez!?). Yo me quedo en el de Jacob, a pesar de Pattinson que bueeee… ya saben.
                 ¡Oh sí Jac-lobito, Fleeeex!

Aplausos para David Slade que nuevamente hace un manejo de los vampiros como Dios manda, una muy buena dirección y que a pesar de ser un producto mayormente para las damiselas, no se detuvo en regalarnos tremendos besazos, agarrones de pierna, escenitas de celos y más.



La señora Rossemberg se dio “vuelo a la hilacha” con el libreto, genuinamente me sacó carcajadas y (como si necesitara más ayuda) suspiros en grande. La nueva Victoria, Bryce Dallas Howard, me encantó. Anna Kendric, volvió a hacer de las suyas, demostrando que aunque tenga un papel minúsculo la niña es fenomenal.


Bueno, ya me prologué bastante, lo sé. No me resta más que invitarlos a ver ésta nueva película de la Saga Crepúsculo, porque sé que les va a entretener y sin dudas, es lo mejor que han hecho hasta ahora.


Un besote y salu2, les dejo lo de siempre.