martes, 10 de marzo de 2009

Con agua en la personalidad.

Estaba pasando unas vacaciones breves en casa de una prima y tenía poco qué hacer por las mañanas, ya que estaba sola hasta la hora de la comida. Para no variar, me refugié en la lectura. Revisando entre sus libros, me encontré uno con una portada que me cautivó de primera instancia.

Pero de inmediato me vino a la cabeza, que esa imagen ya la había visto en otro lado. Una mujer oriental de ojos azules, cabello negro moviéndose al viento, la cara maquillada en blanco y con labios rojos. Memorias de una Geisha de Arthur Golden, estaba siendo anunciada para estrenarse en pocos días en los cines y al ver ese rostro, sólo me quedaba apresurarme y leerlo veloz para poder ver la película en paz conmigo.

La historia comienza con una infancia terriblemente dolorosa para la protagonista, Chiyo y su hermana Satsu, ambas son vendidas tras la muerte de su madre, por sugerencia de un conocido del padre de la niñas, que no tiene idea de qué hacer con ellas. El dolor y la pobreza le lleva al viudo entregar a sus dos hijas.

Las hazañas de cada una en diferentes casas, la hija mayor Satsu en un prostíbulo y la menor Chiyo en una Okiya (casa de geishas) las marcará hondamente, pero la historia en realidad sólo se centra en Chiyo, luego renombrada al convertirse en geisha como Sayuri. La cual sobrevive a los maltratos de una geisha que vive en la misma Okiya, quien se siente amenzada por la belleza de la chica, una muy poco común, ya que no se ven todos los días japonesas de ojos azules.

Sayuri se ve protegida y adoptada como hermana por la geisha más famosa y respetada en Kioto, Mameha. Ella es quien se encarga de prepararla para ser la mejor geisha y con una finalidad que se mantiene oculta hasta el final de la historia y que obviamente no voy a revelar.

El libro me gustó, está lleno de detalles, de emoción y sensibilidad, es narrado de una forma íntima, personal, ya que la misma Sayuri está contando su historia al escritor, se supone que así sucede.


La adaptación que llevaron al cine sí difiere de varios aspectos, pero debo reconocer, que quedé sumamente satisfecha con el producto final. Omitieron casi todo el principio de la novela, cuando Chiyo aún vive con sus padres en Yoroido, al menos tres capítulos.

La verdad, es que la película me pareció hermosa, visulamente es una verdadera maravilla, los colores, la ambientación, la fotografía, la música, el vestuario y maquillaje. Todo, en cuanto a la cuestión artística, Memorias de una Geisha es preciosa. Las actuaciones también me parecieron convincentes y el guión muy bien elaborado.

Se le criticó mucho por haber contratado a dos actrices chinas para representar a dos geishas japonesas. Por cuestiones culturales, los ánimos se caldearon entre la crítica china y la japonesa. Y cerraron su inconformidad, por ser una historia escrita por un estadounidense.

Desde luego que a mí no me afecta en lo absoluto quién haya actuado, escrito o dirigido, refiriéndome a las nacionalidades por supuesto. Estoy convencia de que Rob Marshall hizo una excelente labor como director del film y que el señor Spielberg se encontrara fungiendo como productor, obviamente otorga un alto porcentaje en las probabilidades de que se logre una buena película.

Dense el tiempo de leer la novela y de disfrutar ésta increíble historia en la pantalla. Yo espero que la aprecien tanto como yo y si no es así, espero también que hagan sus comentarios.

Salu2.

2 comentarios:

  1. Para no variar... priimero me leí la novela... y un tiempo después fui a ver la peli al cine... la verdad es que no se diferencian mucho... lo de la polémica de las actrices chinas... hay que comprenderlo... a nadie le gusta que una actriz que no es de su país lo represente de cara al mundo... ¡Cuantas veces van que Penelope Cruz hace de mejicana!... uno se pregunta si no habrá actrices igualmente buenas en Mejico (es una frase retórica, que nadie se sulfure)
    Lo que mas me gustó es ver a Gong Li haciendo de mala, malísima... es una de mis actrices chinas favoritas, y tiene una belleza de lo mas especial...
    Ken Watanabe... ese hombre es todo un caballero... en "Cartas desde Iwo Jima" está que se sale...

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  2. Esa infeliz Hatsumono, me tenía el hígado encrespado. Hace una interpretación Gong Li tan buena, que todavía de verla me pone mal.

    Antes de publicar ésta entrada, revisé notas que salieron en los periódicos y las críticas de cine, ahí me enteré de todo el problema con la nacionalidad de las actrices y el escritor. Entiendo la postura de ambos bandos, pero finalmente Hollywood es una máquina de hacer dinero y no hay una actriz japonesa que recaude las cifras que logra Zhang Ziyi, al menos no ahora.

    Y no creo, la verdad, que se haya deshonrado de ninguna manera a las Geishas, ni en la novela ni en la película. Estuvo muy bien llevada y cuidaron al máximo todos los detalles.

    Gracias por el comentario Marguis y por seguir participando, aprecio muchísimo tus notas.

    Salu2.

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